Si vas a disfrutar de un paseo por las pintorescas calles de Oviedo, la capital del Principado de Asturias, hay una experiencia que no te puedes perder: la Ruta de la Sidra. Este viaje no consiste únicamente en degustar una bebida; es una inmersión profunda en la cultura, la historia y la tradición asturianas.
Asturias y la Sidra, unión infinita
Asturias no es solo una región, es una forma de vida. Enclavada en la exuberante “Costa verde” de norte de España, Asturias cuenta con un rico tapiz cultural tejido con siglos de tradición. En uno de los pilares se encuentra la sidra, el néctar dorado que fluye por las venas de la cultura asturiana. El clima único de la región y su suelo fértil proporcionan las condiciones perfectas para que los manzanos – pomares en asturiano – crezcan y se desarrollen óptimamente, dando como resultado una abundancia de manzanas crujientes y sabrosas, la esencia misma de la sidra asturiana.
Aquí la sidra no es solo una bebida; es un ritual de compartir, una celebración de la vida misma y de las raíces de la tierra. Desde la hora del vermú, hasta bodas y fiestas, ninguna reunión asturiana está completa sin una botella de sidra. Y no se trata solo del sabor, sino también del proceso. La sidra asturiana se elabora con cuidado y precisión, utilizando métodos tradicionales transmitidos de generación en generación. Desde la cuidadosa selección de las manzanas (y de sus 22 variedades oficiales), su mayado y prensado, hasta la rítmica danza del escanciado. Cada paso está impregnado de tradición.
Tipos de sidra asturiana, escanciado y etiquetas de calidad
Dentro de la sidra asturiana, existen muchas variedades, cada una con un perfil de sabor y carácter. Hay opciones para todos los paladares: la tradicional, que conserva su autenticidad sin filtrar y requiere ser escanciada, y la filtrada, también conocida como «de mesa» o «de nueva expresión», que se somete a un proceso de filtración antes de ser embotellada y no necesita ser escanciada. Los propios “llagares” – bodegas donde se elabora la sidra – tienen diversas variedades y opciones.
Sidra Natural
Es la forma más pura de sidra asturiana, sin carbonatación ni conservantes añadidos.
Desde el punto de vista organoléptico, la sidra natural tradicional exhibe un color amarillo pajizo intenso con una relativa transparencia, una correcta efervescencia y una buena retención de burbujas.
Destaca por su sabor intenso y refrescante, con un equilibrio ácido bien definido. Además, se puede percibir una leve astringencia junto con un sutil toque dulce que redondea su perfil gustativo. Es muy importante servirla y disfrutarla fría.
Sidra Espumosa
La sidra espumosa tiene un color pálido amarillento con destellos dorados, y aromas más frutales en armonía con notas tostadas que sugieren madera. Su sabor es más seco, con ligera acidez y un frescor que perdura.
La sidra natural con burbujas de D.O.P. se consigue a través de una segunda fermentación en un contenedor sellado. Así, el gas carbónico presente en la sidra natural espumosa con denominación de origen es siempre generado internamente, nunca añadido. Según el recipiente utilizado para esta segunda fermentación, existen dos métodos de elaboración: el tradicional y el Charmat.
Sello de calidad DOP
Es importante buscar las etiquetas de calidad que adornan las botellas. En ellas, estos sellos de calidad garantizan que la sidra que estás disfrutando está elaborada con manzanas 100% asturianas y que cumple las estrictas normas establecidas por el Consejo Regulador de la DOP Sidra de Asturias.
Escanciar la sidra
Al entrar en cualquier sidrería se percibe inmediatamente la calidez y la cordialidad que rodean a esta bebida, en donde la sidra no se sirve, se escancia. Este ritual es una parte integral de la experiencia de la sidra asturiana, convirtiendo un simple acto en un arte escénico.
¿Pero por qué se “escancia”? El escanciado de la sidra se realiza principalmente para oxigenar la bebida y liberar sus aromas. Al verter la sidra desde cierta altura en el vaso, se consigue que se rompa la burbuja al caer desde lo alto, permitiendo que sus propiedades organolépticas se perciban con mayor intensidad.
Qué es Gascona y por qué no debes perdértela
Ahora que ya conoces el arte de la sidra asturiana, es el momento de visitar el corazón de este fenómeno cultural: Gascona o “El Bulevar de la sidra”. Enclavada en el corazón de Oviedo, Gascona es algo más que una calle: es un símbolo de la identidad no solo ovetense, sino asturiano.
Al pasear por Gascona, encontrarás una colorida variedad de chigres – sidrerías-. Cada una ofrece un ambiente único, pero todas tienen algo en común: la pasión por la sidra. Aquí se puede disfrutar de la auténtica sidra asturiana escanciada al estilo tradicional, acompañada de una variada oferta gastronómica que incluye platos típicos como la fabada, el cachopo, los quesos asturianos y otros manjares regionales.
Además de su oferta gastronómica, Gascona es también un lugar animado y pintoresco, especialmente durante las fiestas locales como las Fiestas de San Mateo, cuando la calle se llena de gente disfrutando de la buena comida, la bebida y el ambiente festivo.
Así que, tanto si eres un viajero experimentado como uno recién llegado y curioso, anímate a disfrutar de la magia de la sidra asturiana y el espíritu de hospitalidad que te espera en la calle Gascona.